Fogleman explica que su emulador tiene la capacidad de realizar capturas de la memoria RAM en cada uno de los 60 cuadros por segundo. Las direcciones específicas de la memoria fueron transformadas en líneas (léase «sparklines»), pero sólo registra aquellas que han cambiado por lo menos una vez, lo cual explica la menor cantidad de patrones en los dibujos (de lo contrario, todos serían de 2.048 sparklines). La diferencia natural entre los juegos, las técnicas utilizadas por los desarrolladores y una variable de tiempo (cinco o diez segundos es lo más común) prácticamente garantizan que cada dibujo sea único. Si quieres uno, sólo tienes que indicarle a Fogleman el juego, y pagar la módica suma de 199 dólares.
11. Super Mario Bros. 3
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