HDR, 4K, UHD… ¿Qué son? Guía para comprar Smart TV en 2020

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Comprar Smart TV

Elegir un televisor es mucho más que medir el hueco que tienes en el salón y en el dormitorio, elegir cuánto vas a gastarte y comprar una televisión que encaje con estos dos parámetros. Hay mucho más. Son muchos los tipos de televisores y no siempre es fácil acertar si no sabes por dónde empezar, las nuevas tecnologías están llenas de conceptos que para muchos pueden parecer inteligibles. HDR, 4K, UHD… todo lo que debes saber si vas a comprar una Smart TV y en qué debemos fijarnos.

Más allá de que te guste, bien por diseño o por tamaño o por precio, hay varios conceptos que deben quedar claros a la hora de elegir una Smart TV: calidad, resolución, rango dinámico… Resumimos, apartado por apartado, en qué debes fijarte si vas a comprar una Smart TV, qué es importante que tengamos en cuenta.

4K UHD: Elegir la resolución

Seguro que has visto en los últimos tiempos el 4K en todas partes: anuncios de teléfonos móviles, televisores… Todos promocionan el 4K y presumen de él, incluso las plataformas de streaming que nos ofrecen la posibilidad en planes premium. Pero vayamos por partes, ¿qué es el 4K? ¿qué debemos tener en cuenta?

Originalmente, el 4K tiene una resolución de 4096 x 2160 pixeles pero se trata de una resolución que no se adaptaría al formato 16:9 de las televisiones. ¿Qué ocurre? Para adaptar el formato 4K a una Smart TV se apuesta por un estándar de 3840×2160 píxeles que coincide con el formato UHD (Ultra High Definition) y por eso es habitual que los fabricantes llamen a la tecnología UHD 4K.

¿Hay diferencias entre ambas? No en el caso de las televisiones aunque sí si llevamos el concepto al cine. En una Smart TV la resolución es la misma ya que adaptar el 4K al formato de una televisión implica que la resolución sea idéntica y por eso vemos habitualmente que muchos fabricantes directamente incorporan 4K UHD entre sus especificaciones. La resolución de la que hablamos habitualmente no llega a los 4.000 pixeles horizontales que promete su nomenclatura, pero sí lo alcanza en el cine.

Full HD vs 4K UHD

Que el 4K que tenemos en una Smart TV no sea el mismo que hay en el cine no implica que no haya ventajas entre el 4K UHD y otras resoluciones como FullHD. FullHD aún está presente en algunos televisores que vayas a comprar, en gamas más bajas y gamas medias más asequibles, y con una resolución de 1920 x 1080 píxeles. A mayor tamaño de pantalla habrá un mayor número de píxeles que podrán abarcar toda la superficie de la pantalla sin que suponga una pérdida de calidad.

¿Es mejor la calidad del 4K UHD? Sí. Merece la pena comprar un televisor de este tipo si vas a renovar el tuyo si es demasiado antiguo y quieres un gran salto de calidad. Además, cada vez son más los fabricantes que apuestan por esta tecnología y no tendrás que gastar mucho dinero en encontrar una opción equilibrada. Otra de las principales ventajas es que cada vez son más las posibilidades que tenemos para ver contenido en 4K, el consumo de películas y series es habitual y esto es un punto a favor de invertir en comprar una Smart TV con este tipo de resolución.

comprar una Smart TV 4k uhd

Contenido en 4K

Puede que una de las preguntas más frecuentes que nos hagamos es: ¿para qué quiero una televisión 4K si no sé dónde hay contenido? El contenido en 4K ya es muy habitual y la mayoría de las plataformas de streaming nos ofrecen la posibilidad. Netflix nos ofrece una gran cantidad de series y películas en 4K desde 2014 y también podemos apostar por este formato en las principales consolas lanzadas a partir de estas fechas: la PS4 Pro, por ejemplo, la Xbox One X o la Xbox One S permiten reproducir contenido 4K UHD. Además, también hay reproductores Blu-Ray compatibles con esta resolución si somos amantes del cine y queremos tenerlos.

Más allá de los “pioneros”, el contenido 4K UHD es frecuente en todas las plataformas. Podemos ver canales lineales en 4K en los que encontramos partidos de fútbol en Movistar+ o podremos ver series y película en Amazon Prime Video, por ejemplo, además de alquilarla en servicios propios de operadores.

¿Qué es el HDR y por qué es importante?

HDR significa High Dynamic Range o Alto Rango Dinámico. Se trata de una tecnología que añade un mayor rango dinámico de luz y de colores mejorando así la calidad de la imagen pero, sobre todo, haciendo que lo que vemos en televisión se parezca mucho más a la imagen como es en realidad. Se trata de un tecnología frecuente en fotografía y también verás al comprar una Smart TV que muchos televisores cuentan con HDR para que la imagen sea más fiel a la realidad.

Puede que hayas escuchado hablar del HDR de la fotografía o incluso que lo hayas visto en la cámara de tu smartphone pero no es el mismo funcionamiento. En el caso de los televisores, lo que nos ofrece es mejor contraste entre los colores más brillantes y los colores más oscuros, como si estuviésemos viendo la realidad a través de nuestros ojos si esa realidad estuviese en nuestro salón y no en la tele.

Es decir, el HDR hace que sean más grandes las diferencias entre las zonas claras y oscuras: el nivel de contraste es mayor, los negros son más negros y los blancos son más blancos, la imagen es más real que si no usamos HDR. Con el HDR conseguiremos mejor calidad y su principal ventaja es que nos ofrece imágenes más realistas y una gran cantidad de colores: con un HDR tenemos mil millones de colores más que en televisores tradicionales y esto, sumado a las ventajas de una mejor resolución, nos permitiría una imagen más realista y fiel a lo que vemos.

HDR10 vs Dolby Vision

En cuanto a HDR, hay en la actualidad dos tipos: HDR10 y Dolby Vision. HDR10 es un estándar abierto de televisión que todo el mundo puede utilizar de forma libre y que habitualmente encontramos en las especificaciones con nombres propios dependiendo del fabricante que elijamos. HDR10 no es el primero (lo es Dolby Vision) pero sí el más extendido y más conocido, el más compatible con la mayoría de modelos ya que es completamente gratuito para el fabricante.

Además, también está el HDR10+ que coge las características del primero pero mejorando. HDR10+ es una actualización que permite incluir metadatos dinámicos en la imagen que nos permitiría modificar el color del contenido o del brillo fotograma por fotograma o escena a escena, lo que hace que se adapte perfectamente a lo que la persona que ha creado esa película o serie quiere mostrar. En el caso de HDR10, los metadatos no serían dinámicos sino que serían fijos.

Por su parte, Dolby Vision. Dolby Vision llegó antes y puede considerarse mejor pero no es gratuito y eso hace que esté menos extendido. Dolby es propietaria de esta tecnología y los fabricantes deben pagar comisión en caso de que quieran usarlo al crear una Smart TV. Además, requiere un hardware específico en el interior. Más allá de los metadatos dinámicos que también tenemos en HDR10+, Dolby Vision es compatible con hasta 10.000 nits de brillo (frente a los 1.000 de HDR10 o los 4.000 de HDR 10+) y es compatible con contenido de hasta 12 bits (frente a los 10 bits de HDR10 ). Pero, como decimos, normalmente cuando vayas a comprar un televisor que indique que tiene HDR no será con Dolby Vision (salvo que lo especifique) sino con HDR10 o HDR10+ aunque puede que con un sobrenombre.

Ver contenidos HDR

Llegados a este punto, puede que te preguntes lo mismo que con el 4K: ¿para qué quiero comprar una Smart TV con HDR si no sé dónde ver este tipo de contenido? Plataformas de streaming como Netflix o Amazon Prime Video son compatibles con este tipo de tecnología. Si usas un dispositivo compatible, la descripción de Netflix o Prime Video te mostrará una etiqueta que indica “HDR” siempre y cuando tengas un plan de streaming que admita Ultra HDR en el caso de Netflix. También verás la etiqueta Dolby Vision si tu televisor es compatible con esta tecnología. En Netflix encontrarás ambas etiquetas y los dos logotipos junto al título que quieras ver en cada momento.

En qué más debemos fijarnos

Más allá de fijarnos en la marca (si nos interesa un sistema operativo u otro) o en la resolución, también hay otros aspectos en los que debemos fijarnos a la hora de elegir, como el tipo de panel que utiliza, la conectividad, el sonido…

Tamaño

Probablemente es lo más importante a la hora de fijarte y elegir qué Smart TV vas a comprar. Desde treinta pulgadas hasta más de sesenta pulgadas hay opciones en el mercado para uso doméstico pero la decisión se basará exclusivamente en qué espacio tienes en el salón o el dormitorio. Tienes que tener una distancia mínima entre el sofá (o sillón o la cama) que será decisiva para elegir un tamaño u otro. La OCU cuenta con un estudio que nos deja ver las pulgadas, orientativas, según el espacio que haya desde el mueble de la televisión hasta el sitio en el que la veamos:

  • Desde 1,5 metros a 2,3 metros es aconsejable de hasta 32 pulgadas
  • A distancias de 2 metros a 2,8 metros, televisores de entre 40 y 43 pulgadas
  • Desde los 3,4 metros hasta los 3,2 metros, televisores de entre 46 y 49
  • A distancias desde 2,5 a 3,3 metros, televisores de 50 pulgadas

Son medidas orientativas y variará dependiendo del uso que le demos o de nosotros mismos. Es posible que tú te sientas cómodo a dos metros con un televisor de 55 pulgadas, que no te resulte incómodo y que quieras lo más grande. Lo más aconsejable, más allá de las recomendaciones generales, es probarlo.

Tipo de panel

No todos los televisores apuestan ya por el mismo tipo de panel. Actualmente, sólo las televisiones más asequibles apuestan por paneles LCD pero los de gama alta, los más caros y modernos, apuestan por tecnología OLED. Las ventajas de los modelos OLED es que nos ofrecen colores más realistas o negros más puros. Aunque dentro de unos años veremos cómo se globalizan los miniLED y microLED, por ahora hay dos opciones entre las que puedes elegir al comprar una Smart TV: los LCD y los OLED.

El tipo de panel de la Smart TV va más allá de la resolución y encontramos LCD y OLED. En el caso de OLED, utiliza un conjunto de píxeles que se encienden y apagan de forma individual. Por su parte, los televisores LCD cuentan con un sistema o foco que ilumina desde la parte posterior de la pantalla: hay una retroiluminación desde el fondo pero en este caso la retroiluminación basada en leds. En un inicio, la tecnología LCD funcionaba a través de tubos fluorescentes pero en la actualidad y desde hace décadas se utilizan paneles LED para la iluminación, lo que permite que sean más delgadas y que sean más eficientes en cuanto a consumo.

La ventaja de los paneles OLED es que los negros son más negros, los colores destacan más y es mejor el contraste gracias a que los píxeles que no hagan falta pueden estar apagados sin necesidad de sufrir el efecto ghosting que hace que haya un halo de luz alrededor. La calidad es mejor pero tendrás que pagar más por ellos.

Sonido

Debes fijarte en el sonido al comprar una Smart TV pero no debes dejarte llevar por este apartado como el más importante porque tiene solución: puedes mejorar el sonido de la Smart TV con barras de sonido. De hecho, aunque lo tengas en cuenta y te fijes en él, si quieres un buen sonido totalmente inmersivo tendrás que recurrir a algún sistema adicional externo como altavoces o barras de sonido porque las Smart TV no cuentan con una excelente e inmejorable calidad. Por eso, conviene que lo tengas en cuenta pero que no sea un factor determinante en tu elección.

Aunque la barra de sonido o el equipo surround es fundamental si quieres la mayor calidad, algunas Smart TV ofrecen tecnologías como Dolby Atmos o DTS:X que nos harán mejorar la experiencia viendo una película sin necesidad de pagar ‘extra’ por alguno de los periféricos más recomendables para mejorar el sonido.

Conectividad

Es importante fijarnos en la conectividad a la hora de comprar una Smart TV. No todos los televisores, independientemente del tipo de panel o la resolución, tienen las mismas opciones de conectividad. Por ejemplo, es fundamental nos fijemos en que cuentan con puertos HDMI y mejor aún si utilizan estándar HDMI 2.1 aunque en muchos casos encontraremos el estándar HDMI 2.0b. También es útil que tengan puertos USB para conectar un disco duro para Smart TV (casi todos lo traen pero conviene fijarse) y mucho mejor si se trata de puertos USB 3.0 que nos permitirá buena tasa de transferencia en contenidos 4K.

Más allá de lo básico, de USB o HDMI, es útil que tengan otro tipo de conexiones. Por ejemplo, con conexión Bluetooth si quieres añadir un teclado inalámbrico o ratón para controlar Internet desde el televisor de forma cómoda, por ejemplo. Otra conectividad fundamental es que cuente con buena tecnología de WiFi en caso de reproducir contenidos en 4K o bien un puerto físico Ethernet Gigabyte.

Smart TV y tipos

Más allá de la calidad de imagen, de la resolución, debemos fijarnos en el tipo de la Smart TV a la hora de elegir una nueva televisión ya que no son todas iguales. Al igual que ocurre en teléfonos móviles, dependerá del modelo que elijas que sea de una forma u otra, con una interfaz u otra. Pero antes de nada, repasemos lo básico: ¿qué es una smart TV? Se trata de un televisor inteligente, con forma similar a los normales pero que está conectado a Internet y nos permite acceder a aplicaciones y servicios de todo tipo. Puedes ver las cadenas tradicionales de televisión pero también acceder a servicios de streaming de vídeo, de audio e incluso redes sociales. Aunque su principal ventaja es el acceso a servicios de streaming como Netflix, Spotify, HBO, Filmin o cualquier otra plataforma que tengamos contratada.

Tipos y sistemas operativos

¿Son todos iguales? No. Todos cumplen la misma función. Es decir, todos nos permiten conectarnos a Internet para acceder a aplicaciones y servicios pero no todos son iguales y hay diferentes sistemas operativos. Samsung cuenta con su propio sistema operativo para televisión, que es Tizen. LG, por su parte, trabaja con el sistema operativo WebOS. Y otras marcas apuestan directamente por Android TV como sistema operativo global, al igual que dispositivos como el Xiaomi TV Box.

Las principales diferencias están en la compatibilidad o en la interfaz. No podemos decir que hay un mejor sistema operativo como una afirmación exacta porque dependerá de los gustos de cada uno, de las aplicaciones que busquemos tener. Por lo general, casi todas las aplicaciones o las más importantes (Netflix, Disney+…) están disponibles en Tizen, en WebOS y en Android TV y las dos primeras tienen una interfaz más cómoda e intuitiva pero Android TV incorpora algunos servicios añadidos como la posibilidad de utilizar el Asistente de Google, por ejemplo.

Consejos para la compra

No compres el primer televisor que creas que se ajusta a tus características deseadas si no tienes prisa, busca y compara y sigue unos consejos básicos:

  • No te fíes de todas las ofertas que ves en Internet, de cualquier página web y con grandes descuentos. Suele haber buenos descuentos online pero no todos son fiables y es importante que busques información de la tienda, busques comentarios y te informes antes de gastar el dinero en una televisión.
  • Puede que el mismo modelo esté a diferente precio en dos tiendas a la vez. O usa comparadores de precio de Amazon que rastrearán el producto y te avisarán si baja de precio o si merece la pena comprarlo.
  • Comprueba el espacio. Es fundamental: comprueba el espacio que tienes para el televisor, comprueba el espacio que hay hasta el sofá.
  • Busca opiniones, información, análisis para saber las ventajas e inconvenientes de cada modelo antes de lanzarte a por uno sin pensar.
  • Trata de probarlas. Si quieres comprar una Smart TV por Internet no hay ningún inconveniente pero si tienes dudas, ve antes a probarla.Muchos centros comerciales o tiendas especializadas tienen en eposición algunos de los modelos más populares y podrás ver cómo se ven y qué nos ofrecen.

El futuro: MicroLED, miniLED

Actualmente tenemos televisiones de gran tamaño y gran calidad pero a medida que pasa el tiempo van creciendo aún más y no solo mejoran en dimensiones sino en calidad, en contraste, en brillo. Por ello, el futuro de las televisiones pasa por dos tecnologías: miniLED y microLED. Los micro-LED aún no están demasiado extendidos pero tienen un futuro prometedor. Por su parte, las pantallas mini-LED nos ofrecen una espectacular calidad en televisores o paneles de entre 65 y 75 pulgadas. Es fundamental que recuerdes los dos conceptos porque darán mucho que hablar. Y loe stán dando ya, gracias a las mejoras que supone en el visionado en nuestro día a día.

¿Qué es Mini LED?

Como su propio nombre indica, mini LED es la tecnología que apuesta por leds más pequeños de los que se usan habitualmente y los paneles están construidos de la misma forma que los televisores QLED pero con diodos más pequeños y más número de ellos. Son iluminados por una fuente principal de luz y son leds con un tamaño reducido, hasta 1.000 veces inferior al de los televisores convencionales así que conseguimos mayor cantidad en el mismo espacio. ¿Cómo ganamos con ello? Los negros son perfectos y no hay halos, podemos encender o apagar una zona de forma más independiente gracias a que los diodos pueden agruparse en zonas pequeñas. Así conseguimos la iluminación precisa y la atenuación local en la pantalla.

Los Mini Led están pensados para paneles de unas 65 pulgadas, no más. Puede parecer una opción limitada a la hora de buscar una tecnología profesional para ámbitos muy puntuales pero más que suficiente para la mayoría de hogares en los que tendremos una gran calidad. De hecho, ya hay algunos televisores de marcas como TLC; LG o Samsung que apuestan por esta tecnología y rondan los 2.000 euros.

¿Qué es microLED?

Más pequeño aún que el anterior es la tecnología microLED. No solo varía su tamaño sino que también la forma en la que están construidas las pantallas. Es decir, no hay una gran fuente de luz que hace que se iluminen sino que cada uno de los píxeles se ilumina de forma independiente y, por tanto, pueden apagarse cuando no hagan falta. Conseguimos negros profundos y ahorramos energía durante este tiempo ene l que los pixeles se apagan. También tenemos un mejor brillo que en el caso del miniLED y se estima que se pueden conseguir hasta 5.000 nits. Otra de las principales ventajas frente a los anteriores es que no hay límite de pulgadas. Probablemente no vas a poder una pantalla de 100 pulgadas en casa pero si quisieras hacerlo, podrías tener una pantalla microLED de este tamaño sin ningún problema.

No hay limitaciones en cuanto a dimensiones aunque el precio sí puede ser un problema porque pueden rondar desde los 150.000 euros hasta los 600.000 euros para televisores con calidad 4K así que, por ahora, los microLED son el futuro pero están lejos de parecer una opción al alcance de cualquier bolsillo o de cualquier hogar. Además, por ahora, son pocas las marcas que tienen opciones de microLED.

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